martes, 6 de octubre de 2015

Espíritu de los Archivos. Reflexiones de Archivos en Congregaciones de Religiosas

Miembros de la fuerza de trabajo Ad hoc en 1990, 
S Josephine está de pie, con una blusa de flores 
(la foto es cortesía de la Colección de ACWR, 
Oficina Nacional de ACWR, Mt. St. Joseph, Ohio) 
Este año se celebra el 25 aniversario de la formación de Encargados de Archivos en Congregaciones de Religiosas [Archivists for Congregations of Women Religious (ACWR)]. Además, este es el primer año que yo asisto a una reunión de ACWR; tenía mucho entusiasmo por asistir para así poder crear redes y empaparme más de las perspectivas únicas  de las personas que trabajan en los archivos de las Congregaciones Religiosas de la Iglesia Católica Romana. (Al escribir este artículo, sólo he estado trabajando aquí en los archivos durante un año cuatro meses.)
La conferencia se llevó a cabo en Pittsburgh, Pennsylvania, del 27 al 30 de agosto de 2015, con la asistencia de 130 archivistas. Se estructuró con talleres simultáneos y tres sesiones plenarias. Hablaré de algunos momentos memorables a nivel personal.
El discurso de la primera sesión plenaria estuvo a cargo de Nancy Schreck, OSF, y su título fue “Hemos llegado a ser más fieles, no menos” (Este también fue el título del discurso de la Hermana Schreck en la reunión anual de ACWR en 2014.) Ella recitó un poema de William Stafford (“The Way It Is [Como son las cosas]”) que trata sobre seguir una línea a través del tiempo y afirmó que “Gaudiuum et Spes” fue el documento de mayor influencia del Vaticano II para las religiosas. Insistió que reconociéramos que nuestras congregaciones están formadas por mujeres que han asumido un papel radical en el mundo y cuyas historias a menudo solo se conocen parcialmente. La perspectiva llena de vida de Schreck, encendió la pasión que he sentido durante mucho tiempo de asegurarme que se conozcan las historias a las que no se ha dado la importancia que merecen; y me sentí bien al saber que quienes trabajamos en nuestros archivos CCVI estamos trabajando arduamente para hacer que la historia CCVI sea cada vez más visible. 
El discurso final incluyó un resumen de la historia de ACWR desde su inicio formal en 1990. S. Josephine Kennelly, que trabajó en los archivos CCVI de 1983 a 1993, fue parte del Comité Ad Hoc y de la Fuerza de Trabajo que dio forma oficialmente a ACWR que se reunió por primera vez el 1 de septiembre de 1990, durante una reunión de la Sociedad  de Archivistas Estadounidenses [Society of American Archivists] en Seattle.  La formación de la ACWR tuvo una importancia especial, ya que la mayoría de las Hermanas que han asumido la tarea de encargarse de los archivos de las Congregaciones lo han hecho con una capacitación mínima o nula. Todas las personas que asistimos a esta presentación mostramos nuestro profundo agradecimiento a estas Hermanas por haber hecho lo necesario para apoyar y profesionalizar a las Hermanas que se han encargado de los archivos al paso de los años. Una vez más, las imágenes de S. Josephine que se incluyeron en la presentación de diapositivas inspiraron mi profundo agradecimiento hacia las Hermanas CCVI que han trabajado para responder a las necesidades y marcar una diferencia en este campo.
Los temas de la sesión abordaron los retos sobre los que las personas que trabajan en los archivos han estado hablando durante años; en especial el reto que representan los recursos (humanos, tecnológicos y financieros) al igual que las destrezas que se requieren en un mundo donde la información tiene cambios tan rápidos. Yo asistí a sesiones sobre el trabajo relacionado con la organización de registros; el vínculo con la comunidad; digitalización y entrega digital de contenidos; y también sobre acceso, confidencialidad y privacidad. Recibí algunas respuestas, muchas opiniones y nuevas preguntas. Como siempre decimos en la profesión de archivistas cuando estamos buscando una respuesta: “Depende…” ¿Normalmente no existe solo una “respuesta correcta”!  
Las visitas y comidas fueron especialmente enriquecedoras para formar enlaces. Finalmente pude conocer personalmente a S. Patricia Ann Hamiter, CCVI, encargada de archivos en Houston. Tuvimos muchas conversaciones excelentes. En una visita llamada “Babushkas [Pañoletas Rusas] y Cascos Protectores: Los Inmigrantes y la Industria en Pittssburgh [Babushkas and Hard Hats: Immigrants and Industry in Pittsburgh]”, pasé más tiempo en el viaje en autobús con S. Patricia Ann.  Espero visitar sus archivos en Houston en algún momento en el futuro cercano.
S. Patricia Ann Hamiter, 
Encargada de Archivos CCVI en Houston 
(con chaleco a cuadros)
 y otras personas durante la visita.    
Al entrar al siglo XXI, es obvio que las personas que trabajan en los archivos de las congregaciones están experimentando emoción y al mismo tiempo estrés ante los cambios inminentes. Al observar a las personas en la sala de conferencias, pude ver muchas cabezas blancas (por lo general Hermanas), mezcladas con cabezas de otros colores (por lo general el número creciente de laicos que trabajan en los archivos). Estas fueron preguntas que se expresaron en voz alta: ¿Han pensado en lo que pasará con sus archivos cuando no haya Hermanas o cuando no haya un lugar donde alguien se pueda encargar de ellos? ¿Deberían llevarse a Notre Dame? ¿A la Universidad Católica de América? ¿A una universidad local? ¿A una sociedad histórica? ¿Deben conservarse a nivel local o incluso llevarse a una casa provincial en el extranjero? ¿En ese lugar, entenderán las restricciones de acceso que ustedes han establecido? Estas preguntas ayudan a iniciar una discusión. Sin embargo, en mi mesa de debate fue difícil conversar sobre estos temas y se encontraron muy pocas respuestas.

Al parecer, para seguir el espíritu de los archivos de S. Josephine Kennelly, he podido crear vínculos para llegar a un nivel profesional de servicio con una Fuerza de Trabajo recién formada con la Tecnología de ACWR, lo que me da mucho gusto. Nuestros archivos CCVI están respondiendo con firmeza a los retos relacionados con entrar al siglo XXI en cuanto al acceso y al vínculo con la comunidad; en cuanto a compartir información y preservar materiales históricos. Para lograrlo, agradezco la oportunidad de servir a una congregación que valora su legado y proporciona los recursos para preservar la historia CCVI.  

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