martes, 1 de septiembre de 2015

Una pequeña semilla llamada a crecer

Por Patricia Estrada, Novicia
Mi ingreso al Noviciado se llevó acabo el día 16 de agosto a las 6:00 p.m. Ha sido un paso importante, ha significado la confianza de quienes han podido creer en el valor de lo pequeño que va transformándose calladamente pero de manera fecunda. Es continuar creciendo trasplantada en otra tierra que me proporcionará el espacio para seguir dando lo mejor de mí, de acuerdo al proyecto del Verbo Encarnado.
Me acompañaron durante la ceremonia varias hermanas, esto me llenó de alegría haciéndome sentir que no voy sola, que el Sembrador ha puesto más semillas a mi lado para acompañarme.
Gracias a esa tierra que me ayudó a germinar, brotar y crecer: mi comunidad del Colegio Claudio. Gracias a mi nueva comunidad del Noviciado de Nazaret que me recibe, a la Congregación por aceptarme, porque para que la semilla crezca es necesario la fe del sembrador, de que en ella hay vida, la paciencia por todo el tiempo que necesita para desarrollarse y la confianza en que todo esto dará fruto abundante para el servicio del Reino de Dios.

Me encomiendo a sus oraciones que son las que nutren y riegan mi perseverancia. 


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