viernes, 11 de septiembre de 2015

Jean Chezard de Matel, nuestra madre espiritual



De modo muy especial en septiembre  recordamos con cariño a Jean Chezard de Matel; quien nació a la vida eterna un 11 de septiembre de 1670. 
Nacida en Roanne, Francia en 1596, fue una mística, escritora, directora espiritual y teóloga, en un tiempo en que las mujeres no eran reconocidas en estos roles. 
Si bien nuestra fundación fue en 1869, nuestros orígenes como Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado  y acompañamiento han sido guiados por la visión profética de nuestra muy querida madre Jean Chezard de Matel: ser esa presencia real y tangible del amor de Dios aquí y ahora.
Jeanne nos mueve a acoger al Verbo Encarnado como María lo hizo. Es decir hacer de nuestras vidas: pan de compasión, sencillez, generosidad, construir en justicia y paz para ser 'recipientes' del amor de Dios y saciar las hambres del mundo.


En su autobiografía y otros escritos, observamos su profunda e intima relación con el Verbo Encarnado: Jesús. Ella era una ‘enamorada' de Jesús, la pasión de su vida era amarle.
Conocer al Verbo Encarnado en el evangelio, la llevó a “extender el ministerio de la Encarnación”, propósito por el cual fundó la Orden del Verbo Encarnado y del Santísimo Sacramento  que es tanto contemplativa, como apostólica.
Pues su llamada fue contemplar al Verbo Encarnado y después, encarnar ese Verbo en el apostolado. Y así es nuestra Congregación: una respuesta a este llamado. Nosotras, contemplamos en la acción y la acción nos lleva a contemplar al Dios de la Vida. 
La vida de Jeanne fue una vida llena de luchas, de oposición, de períodos de oscuridad y de mucha esperanza. Pero fue de todo ello, lo que hizo de su vida tan humana y la mujer que llegó a ser.  Por ello, damos gracias y nos seguimos encomendado a su protección.

Por: Hna. Katty Huanuco, CCVI.

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