Ser una Hermana de la Caridad del Verbo Encarnado, es y será el mejor don que he recibido en mi vida.
Recorrer este camino del amor que es Dios, me ha permitido desarrollar un
abanico de relaciones con hombres y mujeres que viven, que caminan con nosotras
en la vida de cada día (Encarnación hoy) que me permite salir de mi misma, para
estar y acercarme a los otros desde la
realidad, sencillez y pequeñez que nos enseña nuestro Carisma.
De la alegría del encuentro con el Verbo Encarnado y de su llamada
brota el servicio en la Iglesia, la misión: llevar a los hombres y a las
mujeres de nuestro tiempo el amor de Dios, testimoniar su misericordia. (Papa Francisco).
Nací y crecí en una familia católica practicante, así que a Dios lo conocí y lo
escuche en casa.
Un Dios tierno - relacional,
comunitario, presente - caminante (en movimiento) y desconcertante, lo reconozco
como CCVI, y lo comparto en mi misión de:
·
Acompañar a Mujeres en su proceso de descubrir
el proyecto de Dios en sus vidas a través dela Pastoral Vocacional.
· Llevar a Jesús el Verbo
Encarnado a los Enfermos
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