lunes, 30 de noviembre de 2015

Información sobre el Verano 2015 a favor de los migrantes en Michigan, USA.

Por S. Martha Lemus Torreblanca, ccvi.
Hermanas mías CCVIs:

Quiero comunicarles nuevamente mi experiencia misionera de este 4to. Verano 2015 en el Programa “Tarde de familias en la fe”, para los migrantes de habla hispana que buscan a Dios y quieren cultivar en sus hijos la fe que recibieron en el bautismo, pero que también conlleva una atención a otras necesidades que requieren orientación existencial como: resolver determinados problemas de asistencia jurídica y acompañamiento. Este programa lo ha venido desarrollando como ya mencioné antes S. Guadalupe Moreno Castilleja, en la parroquia de St. Gregory de Hart, MI., en el condado de Oceana de la Diócesis de Grand Rapids, varios años atrás y yo me integré para apoyarlo desde el año 2012.

Este verano, tuve la oportunidad de visitar personas hispanas residentes, con sus problemas propios de la familia y una fe debilitada por falta de tiempo para cultivarla; por otra parte, el trabajo y el cansancio les resta interés en conocer de qué se trata dicha fe; pero sí creen en Dios y mantienen la esperanza de obtener la ciudadanía con la confianza en él. Con estas visitas me di cuenta de la necesidad de un acompañamiento continuo para promover su fe y que los acerque más a Dios y entre ellos mismos convivir como una comunidad de hispanos con necesidades comunes.

En este programa, los niños tienen catequesis y preparación a los sacramentos y los adultos tienen temas de conocimiento en relación a la fe y biblia. También se hace la visita a los campos donde viven los migrantes para conocer sus necesidades e informales lo que ofrece el proyecto, además de los servicios de la Parroquia. Estamos agradecidas con el apoyo de una pareja anglo-mexicana: tienen 51 años de casados. Ellos me acompañaron a visitar los campos y se comprometieron a impartir clases de inglés a un grupo de 43 mexicanos que llegaron contratados por 6 meses (de mayo a octubre), se formaron los grupos con aquellos que quisieron. Después de varias visitas a los campos para organizar el curso y adaptarlo al horario de trabajo, ver el lugar para que les quedara cerca de la vivienda, se comenzó el estudio con la esperanza de aprender algo, haciendo a un lado el cansancio y el poco tiempo que les quedaba, ya que el curso inició en septiembre por las idas y venidas para adaptarlo a las necesidades del grupo antes del regreso a México, que fue a finales del mes de octubre.

También hubo algunos viajes a la sede de la diócesis para reuniones y talleres con respecto al proyecto en vigencia y en la comunidad algunas veces hubo la invitación a comer y convivir con las familias. No puedo dejar de mencionar los espacios de esparcimiento, como salir a conocer los alrededores del lugar que son muy bellos.

En conclusión, considero que la carta fundacional de nuestro fundador Claudio María Dubuis: “Nuestro Señor Jesucristo sufriendo en una multitud de enfermos, pobres y desvalidos de todas clases esperan el alivio de vuestras manos”, está dentro de esta actividad/misión que debemos tener en cuenta con los pobres y vulnerables, agradeciendo a Dios que las Iglesias Católicas de EUA y México se unieron a través de una “Carta Pastoral” que brinda una atención digna a todas las personas que se ven obligadas a migrar de su país por la necesidad y a través de una “Pastoral de Conjunto” se lleva a cabo la atención al migrante de una manera integral.

Aprovecho también para hacer una atenta “invitación” de parte de S. Lupita Moreno Castilleja a tener una experiencia en esta misión donde serán bien recibidas. 
Con mucho cariño, hasta pronto. 

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