jueves, 31 de marzo de 2016

Los Estudiantes de Segundo de Preparatoria de la Preparatoria Católica San Antonio Causan un Impacto Positivo en San Antonio Headwaters.

La mañana del 5 de febrero era clara y nítida. El inicio perfecto para un día al inicio de la primavera. Cien estudiantes de segundo de preparatoria (Sophomores) y siete mastros de Saint. Anthony Catholic High School llegaron al Santuario Headwaters para ayudar a controlar la invasión de la planta enredadera uña de gato (Uncaria tomentosa). A la llegada de cada autobús, el profesor encargado, el Dr. Christopher Samuel, organizaba a los maestros y a estudiantes formando grupos. Los maestros fueron: Abraham Callahan, Erin Cain, Tom Wright, Kevin Barton, Francisco Sánchez  y Melissa Castillo. 

Howard Homan, el Coordinador de los Voluntarios de Headwaters, les dio una cordial bienvenida seguida de instrucciones para las tareas que tenían que llevar a cabo. Los voluntarios de Headwaters se encargaron de los herbicidas y actuaron como líderes de grupos. Estuvieron presentes Olivia Tapia; que ha sido voluntaria durante mucho tiempo y es miembro de la junta directiva, Yulissa Morales, una estudiante de primer año en la Universidad del Verbo Encarnado, Christine Gurley, estudiante que está en un internado en Headwaters, Michael Gentry, Jim Funk, y George Burnette, que son voluntarios muy dedicados y Pamela Ball, miembro del personal de Headwaters.

Cinco grupos de estudiantes, maestros y voluntarios, se encargaron de los herbicidas y  recorrieron el santuario. Otro grupo de estudiante y maestros retiraron enredaderas de uña de gato de las ramas y los troncos de los árboles, las enrollaron en la base de los árboles y llamaron a los voluntarios para que aplicaran el herbicida. Hubo momentos en que a los encargados de los herbicidas les fue difícil seguirles el ritmo a los estudiantes; ya que ellos trabajaron en grupos y en silencio, concentrándose en su tarea y avanzando con cuidado para proteger la maleza. Un sexto grupo llevaba carretillas cargadas de abono para ponerlo en zonas que lo necesitaban en el nuevo Sendero Miller Spring. Después de tres horas, tomaron un descanso y luego caminaron al Hoyo Azul. Olivia Tapia hizo una breve presentación sobre el Hoyo Azul y su importancia para la ciudad.    

Unos días después, los resultados del herbicida eran evidentes. Los árboles en la zona del Santuario estaban libres de la enredadera. El sendero, cubierto ahora con abono nuevo, presentaba un aspecto acogedor a los visitantes. ¡Invitamos a los estudiantes y a sus maestros a regresar para que vean los resultados de su trabajo! Agradecemos de corazón su tiempo, su estado de ánimo y su energía positiva. 

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