jueves, 28 de enero de 2016

El Papa Francisco habla del Año de la Misericordia

Por Franciscan Media.
El Gran Río de la Misericordia
En este Año Jubilar, dejemos que Dios nos sorprenda. Él nunca se cansa de abrir las puertas de su corazón y repetir que nos ama y que desea compartir su amor con nosotros. La Iglesia siente la necesidad urgente de proclamar la misericordia de Dios. Su vida es auténtica y creíble solo cuando se convierte en un heraldo convincente de la misericordia. La Iglesia sabe que su tarea primordial, en especial en un momento lleno de grandes esperanzas y signos de contradicción, es dar a conocer a todos el gran misterio de la misericordia de Dios contemplando el rostro de Cristo.
 
La Iglesia está llamada ante todo a ser testigo fidedigno de la misericordia, profesándola y viviéndola como el punto central de la revelación de Jesucristo. Desde el corazón de la Trinidad, desde lo más profundo del misterio de Dios, brota el gran río de la misericordia y es cada vez más desbordante. Es un manantial que nunca se secará, sin importar cuantas personas tomen sus aguas. Siempre que alguien tiene una necesidad, puede acercarse a este manantial, pues la misericordia de Dios no tiene límites. La profundidad del misterio que rodea a este manantial es tan inagotable como la riqueza que brota de él.

Conscientes de la Misericordia de Dios
En este Año Jubilar, la Iglesia debe hacer eco a la palabra de Dios que resuena fuerte y clara como un mensaje y un signo de perdón, fuerza, ayuda y amor. Que la Iglesia nunca se canse de extender la misericordia y que sea paciente al ofrecer compasión y consuelo. Que la Iglesia llegue a ser la voz de cada hombre y de cada mujer, y repita con una confianza ilimitada: “
this Jubilee Year, may the Church echo the word of God that resounds strong and clear as a message and a sign of pardon, strength, aid, and love. May she never tire of extending mercy, and be ever patient in offering compassion and comfort. May the Church become the voice of every man and woman, and repeat confidently without end: “Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas” (Salmo 25:6).
Sierva del Amor de Cristo
La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. La Iglesia es la sierva de este amor y lo transmite a todo el pueblo: un amor que perdona y que se expresa en el don de uno mismo. Por consiguiente, en cualquier lugar donde la Iglesia esté presente, la misericordia del Padre debe ser evidente. En nuestras parroquias, comunidades, asociaciones y movimientos, en una palabra, donde quiera que haya cristianos, todos deben encontrar un oasis de misericordia.  

Desde hace tiempo, el Papa Francisco ha hecho de la misericordia uno de los puntos primordiales de su papado.
En vista de que se ha esforzado por llegar hasta las personas de su redil, al igual que a quienes están en su periferia, el Papa ha declarado que el Jubileo de la Misericordia comenzará el 8 de diciembre de 2015 (la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María) y que concluirá el 20 de noviembre de 2016 (la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo). Es un año santo especial que se concentrará en la amplitud de la misericordia y el perdón de Dios.


*****
CNS/Paul Haring

No hay comentarios:

Publicar un comentario