martes, 4 de agosto de 2015

La vocación de Sister Louise Delisi

¡Fue una gran bendición para mí que mis padres que eligieran vivir en la Parroquia de Santa Ana y que me llevaran a mí y a mis tres hermanos a la Escuela de Santa Ana cuando nos mudamos a Texas de Memphis, Tennessee in 1936!
Las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado se encargaban de nuestra escuela y yo todavía recuerdo el nombre de las maestras de cada grado. Durante estos años experimenté la bondad de las Hermanas y la sensación maravillosa de que ellas nos amaban y nos respetaban, así que empecé a desear ser una Hermana “igual que ellas”.

Sin embargo, cuando estaba en Preparatoria, mi vida social era tan divertida que empecé a decirle a Dios: “No me llames. ¡Llama a mi hermana, ella es la santa!”. Ahora, después de sesenta y siete años de Vida Religiosa, puedo decir que en verdad estoy profundamente agradecida de que Dios no me haya escuchado y de que me haya dado la gracia de responder a su llamado de amor.

Ahora, la Vida Religiosa en general es muy diferente a la experiencia que vivimos las que nos convertimos en “Esposas de Cristo” en agosto de 1947, pero el llamado, la relación íntima con nuestro Amado Jesús, el compartir en Comunidad y tener la oportunidad de servir y de alcanzar muchos más logros como Congregación que los que podríamos tener como personas, sigue siendo la esencia de la Vida Religiosa. Jesús nos prometió que si dejábamos nuestra casa y nuestra familia (y teníamos un estilo de vida opuesto a la cultura), ¡Él nos daría cientos de hogares, familias y la vida eterna! [Mateo 19:29]. Jesús también prometió: "¡Yo siempre estaré con ustedes, hasta el fin del mundo!" [Mateo 28-20]. Jesús ha sido fiel. También ha entendido mi necesidad de redención y de perdón; y en especial mi necesidad de su amor que me permite orar con el salmista: “Una sola cosa le pido al Señor y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo”. [Salmo 27].


S. Louise Ann Delisi, entró a la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado en San Antonio, Texas en 1947 e hizo sus votos perpetuos en 1955. Durante diez años, ella trabajó en el ministerio de las escuelas primarias en San Antonio, Kerrville y San Angelo, Texas. Durante dieciocho años, prestó servicios como Gerente de Negocios en el Colegio del Verbo Encarnado. Fue maestra en lncarnate Word High School durante cuatro años antes de mudarse a Austin, Texas para estar cerca de su madre anciana mientras trabajaba como Directora de Educación para Adultos en la Parroquia de San Luis. A su regreso a San Antonio, trabajó durante cuatro años en la Escuela San Pio X y cinco años en CHRISTUS Santa Rosa, antes de retirarse a la Villa del Verbo Encarnado.

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